Como el centro de gravedad del equino se
encuentra cercano a sus manos, son estas las que aguantan más el peso
del animal. Conviene vendar los tendones de las cuatro patas pero sobre
todo los de los cuartos anteriores. Para hacerlo correctamente
comenzaremos a enrollar la venda por debajo de la articulación tirando
siempre hacia atrás para ajustarla adecuadamente. Luego seguimos
vendando hacia abajo llegando solamente hasta la mitad del menudillo
para que pueda este tener la movilidad adecuada. Las vendas se sujetarán
con velcro de forma doble, así nos aseguramos que no se separan durante
la monta.
Es muy importante ponerlas bien porque si
no es así es frecuente que se produzcan lesiones graves en los tendones
del caballo (roturas de fibras, tendinitis, etc)
En resumen:
Vendar siempre los anteriores.
Vendar hacia la derecha, mirando desde arriba.
Tirar siempre desde adelante hacia atrás.
Vendar solamente hasta la mitad del menudillo.
Empezar por arriba cerca de la articulación y bajar la venda inclinada ligeramente hasta la mitad del menudillo
Luego subir y lograr que la venda termine uniendo el velcro en la parte superior.
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